Silencio
"...Puedo distinguir tu cara que reposa sobre la almohada, rosada por el resplandor de tu corazón. eres tu que duermes profunda y dulcemente sumida en el Silencio de los inocentes" (T.H.)
El dulce sueño que cobija tus esperanzas es el ángel de alas aterciopeladas que te envuelve con ellas protegiendo tu ilusión. El calor de tu corazón es la hoguera que calcina los temores que inundan tu alma y enciende con su energia la sangre detenida por el hielo de la incertidumbre.
Tus labios sutilmente perfectos, suavemente sobrehumanos y divinamente dulces no pueden ser sino la manifestación sublime de la unión cuerpo y alma. Delineados por esencia de estrellas, con la fuerza de un nuevo amanecer, aroma de luna y sabor a sol, así es como imagino tus labios, adictivos, poderosos, capaces de intoxicarte si no eres digno de recibir su suave y potente contacto.
Quisiera poder describir tus manos, explicar la forma de su contacto, la suavidad de sus movimientos y el aroma de su piel. Sin embargo sólo puedo especular, imaginar, pretender sentirlas, creer sostenerlas y soñar besarlas. Si son esas manos las herramientas con las que expresas tu interior, no puedo imaginármelas sino fuertes, pero delicadas, sensibles y suaves, con aroma de rosas y sabor a chocolate; cálidas y refrescantes, tiernas y amantes
Me encantaría poder imaginar el brillo de tus ojos y la transparencia de tu alma. Sin embargo, hay cosas sublimes sobre las que un humano no puede escribir, no puedo escribir sobre la luz de laa creacion que habita en tu mirada, ni sobre la perfección astral cuya clave está en tu pecho
El dulce sueño que cobija tus esperanzas es el ángel de alas aterciopeladas que te envuelve con ellas protegiendo tu ilusión. El calor de tu corazón es la hoguera que calcina los temores que inundan tu alma y enciende con su energia la sangre detenida por el hielo de la incertidumbre.
Tus labios sutilmente perfectos, suavemente sobrehumanos y divinamente dulces no pueden ser sino la manifestación sublime de la unión cuerpo y alma. Delineados por esencia de estrellas, con la fuerza de un nuevo amanecer, aroma de luna y sabor a sol, así es como imagino tus labios, adictivos, poderosos, capaces de intoxicarte si no eres digno de recibir su suave y potente contacto.
Quisiera poder describir tus manos, explicar la forma de su contacto, la suavidad de sus movimientos y el aroma de su piel. Sin embargo sólo puedo especular, imaginar, pretender sentirlas, creer sostenerlas y soñar besarlas. Si son esas manos las herramientas con las que expresas tu interior, no puedo imaginármelas sino fuertes, pero delicadas, sensibles y suaves, con aroma de rosas y sabor a chocolate; cálidas y refrescantes, tiernas y amantes
Me encantaría poder imaginar el brillo de tus ojos y la transparencia de tu alma. Sin embargo, hay cosas sublimes sobre las que un humano no puede escribir, no puedo escribir sobre la luz de laa creacion que habita en tu mirada, ni sobre la perfección astral cuya clave está en tu pecho