domingo, enero 15, 2006

Zona De Conflicto


Debo confesar que, junto con las orejas, el cuello de una mujer es lo más estimulante que existe. Quizas sea por lo que representa, incluida una no menor cuota de peligro. Puede ser un arma de doble filo. Cuidado, Cuellos Peligrosos!!!
Siempre he tenido la idea que Kosovo, Iraq, Sierra Leona y Afganistán son el jardin del Edén en comparación con un delicioso y bien formado cuello. ¿ A que me refiero?, es simple, no se necesita ser experto en politica internacional para darse cuenta de la posición estrategica y conflictiva de dicha zona física. Es en esencia la frontera casi inexpugnable entre el pecho y la cabeza, razón y pasión, corazón e ideas.... lo que sea. Bastante cliché, pero es la puritita y santa verdad.
A mi parecer, y tras intensos análisis empíricos, el hecho de estar en contacto con el cuello de una dulce señorita conlleva 2 situaciones muy bien definidas:
1.- Nos acerca de manera inimaginable a aquella forma de existencia femenina que tanto nos provoca. Nos transporta a la inseparable recionalidad de los sentimientos. Generalmente se ve a las mujeres como seres eminentemente sentimentales, lo cual es un error de omisión dado que pasamos por alto la profunda recionalidad emocional. No pretendo salir con aquel asunto de la inteligencia emocional ni alguna de aquellas patrañas comerciales metafisicas. Simplemente digo que el misterio del sentir en una mujer podría perfectamente resumirse a aquella extralña dicotomia entre razón y sentir, en donde por más que deseen dejarse llevar por la pasión de la situación, no son capaces de abandonar completamente el ámbito racional que las hace dudar, reprimirse, alejarse o simplemente salir corriendo (Odio cuando corren!!!). ¿Existe un mayor desafio que el intentar eliminar esa barrera, hacer desaparecer aquella dicotomia y fomentar el abandono a los sentimientos?......y no me refiero a cambiar eso en las mujeres, sino a nosotros como hombres machos peludos y hediondos. Ser capaces de intentar entender aquella naturaleza, disfrutarla y asimilarla mientras acariciamos y besamos aquella suave piel.
2.- Nos pone en una situacion tan peligrosa como los francotiradores de Kosovo. Mientras nos entregamos a los placeres amatorios concentrandonos en aquel misterio de satisfacción al que llamamos cuello, perdemos noción de la mirada, bajamos la guardia con respecto al resto de las reacciones femeninas y quedamos en la mas profunda de las indefensiones. Generando todo un clima de incertidumbre, el cual por ser hombres no somos capaces de percibir. Con un beso en el cuello demostramos un notable intres por aquella persona, pero no somos capaces de observar si la respuesta es positiva dado que nos quedamos extasiados con aquel suave contacto. y aquel que diga lo contrario.... No sabe realmente lo impactante que es el cuello de la mujer que te agrada, al punto de no tener nada más frente a los ojos.
Moraleja: No hagan caso de las cosas que dicen aquellos "expertos en mujeres", ni siquiera yo me atrevo a seguir mis propias experiencias, cada mujer es única, cada cuello es único.....y ahi radica el placer de ellos, disfrutar el momento, dejarse llevar....pero siempre manteniendo a la vista la frontera con la racionalidad, existe un desafio placentero comparable a esto????......
Live Yourself
Agradezco a Tan Noble Modelo De Cuello.......... Saludos Nachitis
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